Fincas Rústicas en Venta
¿Quién no sueña con escaparse el fin de semana para desconectar de la rutina?
El campo es una terapia física y emocional; el efecto reparador es inmediato y los beneficios infinitos.
Amanecer con la paz que proporciona un sueño de calidad, descubrir vistas increíbles, pasear por parajes insospechados, observar la naturaleza sin dejar de sorprenderse y disfrutar de manjares únicos… eso es calidad de vida.
En casa, con el abrigo de una buena hoguera, la compañía de familia o amigos, uno desea que se congele el tiempo. Si además, al campo le incorporamos aficiones como la caza, pesca, senderismo, montar a caballo u otras más ociosas como coger espárragos, setas, higos o cualquier otro producto que nos regala la tierra, la escapada al mundo rural se colma de sentido.
Pocas o muchas hectáreas, dehesas, monte cerrado, jaral, encinar, pinar, siembras o praderas de pasto. Con romero, tomillo, cantueso o retama, todas las fincas son especiales y cada una cobija un proyecto único. ¿Quieres conocer cual es el tuyo?